Lo primero es asegurarte de comprar ese dermógrafo especial y perfecto para ti.

Eres tú la que va a utilizarlo para aplicar el maquillaje semipermanente, así que te recomendamos asegurarte de que esté adaptado a tu mano:

• Que el peso y el grosor te resulte cómodo.
• Procura valorar aquellos con los que no se te canse la mano ni el agarre sea incómodo después de trabajar un rato. 

En nuestra experiencia, todo lo que son dermógrafos finos y en formato pen nos ayudan a trazar líneas rectas y bien firmes ya que el manejo con nuestra mano sería parecido a manejar un lápiz.

Estas máquinas de micropigmentación profesionales suelen tener una vibración menor por lo que conseguirásmayor precisión.

Con un dermógrafo más robusto tanto el peso como la vibración suele ser mayor, por lo que trazar líneas finas y rectas puede ser un poco más laborioso.

Cuando hayas encontrado aquel que resulte cómodo a tu mano, presta atención a que tu herramienta cumpla con la normativa sanitaria española.

Esta establece, a través del Real Decreto 15/1999, que el dermógrafo debe incorporar un sistema de reflujos, de modo que se evite el paso de sustancias dentro del aparato como pigmento o fluidos corporales. 

Con ello se evitará el riesgo de contaminación cruzada.

Te aconsejamos no adquirir una máquina de micropigmentación, sin estar segura de que el artículo dispone del marcado CE de conformidad europea (Conformité Européen). 

Incorporará un sello oficial de calidad que es responsabilidad del fabricante y el distribuidor, y permite al técnico tener la certeza de que un organismo competente externo ha certificado que el dermógrafo cumple con los más altos requisitos técnicos que exige la Unión Europea.