Cuando nos enfrentamos a una micropigmentación es muy importante prevenir los posibles malos resultados, ya que se trata de un tratamiento semipermanente y con difícil solución.

Lo primero es saber cuáles son esos errores más comunes y que está en tu mano evitar:

• Falta de luz: Comprueba con antelación la iluminación de la sala donde vas a realizar el tratamiento. Piensa que vas a tratar una zona muy pequeña del cuerpo y necesitas ver sus límites con total claridad.
• El centro adecuado: Esta técnica implica unas condiciones de mobiliario, equipamiento, iluminación e higiene concretas, así que no es algo que puedas realizar a domicilio. Evita ofrecer el servicio de esa forma.
• La preparación de la piel: Es muy importante preparar la zona que va a ser tratada con anterioridad y, sobre todo, asegurarnos de que quede perfectamente desinfectada. Igualmente, hay que desinfectar bien todo el instrumental que vamos a utilizar antes de comenzar el tratamiento.
• La asesoría al cliente: Este paso previo es uno de los más básicos antes de comenzar cualquier tratamiento. El cliente debe conocer todos los aspectos de aquello a lo que se va a someter,  incluyendo los cuidados que debe tener antes y después de la micropigmentación. Además, es común que quiera un color para su maquillaje semipermanente pero que este no le favorezca o se vaya a ver poco natural. El deber del profesional de la estética es sentarse con él o ella y asesorarle para que el resultado sea lo más parecido posible a la idea con la que ha venido al centro.
• Falta de preparación: Mucha micropigmentación de labios mal hecha, o de cejas desafortunada tiene como causa principal la falta de formación del profesional. Asegúrate de formarte con profesoras que conozcan bien las técnicas y que te enseñen tanto los pasos previos como los cuidados posteriores. Además no solo se trata del aspecto técnico. Tienes que manejar bien los colores y tonos para poder asesorar correctamente a tus clientes.