Lo más importante es colocar el parche de manera que tape cada uno de los pelitos de las pestañas inferiores del ojo.

De hecho, no te será muy complicado ya que estos parches tienen la forma idónea para adaptarse a esta zona de la cara.

Una vez colocado, tu clienta debe cerrar el ojo y debemos asegurarnos de que el parche esté bien colocado.

El truco que utilizamos en Alisa Beauty Academy es coger una cinta de 1cm de papel y, con el ojo cerrado, adherimos todas las pestañas superiores en dos trocitos y las pegamos en el párpado, de esta manera sólo vemos el parche.

Una vez tenemos este paso, acabamos de acomodar el parche.

Es muy importante comprobar entonces que no quede ningún pelito bajo este. Si así fuera, podemos ayudarnos de unas pinzas para recolocar en su lugar las pequeñas pestañas rebeldes. 

Si nos está costando, también puedes probar a poner un poco de cinta encima. Es importante colocarlo de forma que podamos ver el nacimiento de la pestaña. ¿Por qué?

Si colocamos el parche o cinta pegado al ojo sin ver el nacimiento del pelito, empezará a hacer roce dentro del ojo, por lo que debemos amoldarlo bien hasta que quede como en la imagen.

De lo contrario la clienta estará molesta durante todo el procedimiento y al abrir los ojos los tendrá irritados. Esa rojez tardará horas e incluso días en desaparecer y puede llegar a confundirla con una alergia al adhesivo. 

También una incorrecta colocación del parche hará que entre vapor en los ojos y se irriten más.

Así que, como ves, es fundamental una buena colocación antes de comenzar el tratamiento.